
Los vehículos son máquinas con miles de componentes que funcionan en conjunto, y uno de los más importantes para su correcto y seguro funcionamiento son los frenos.
Como dice el dicho, todo lo que sube tiene que bajar, y todo lo que acelera tiene que frenar, y por eso, el sistema de frenos de los vehículos es muy importante para poder detener la marcha, ya sea en situaciones cotidianas o de emergencia, y por eso, en Autocosmos te dejamos una guía completa para que te saques todas tus dudas, para nuestra sección Tips y Consejos.
Tipos de frenos de vehículos y síntomas de desgaste
Antes de mencionar los diferentes síntomas de desgaste, es importante aclarar que en los vehículos hay dos tipos de frenos:
- Los de disco
- Los de tambor (generalmente reservados al eje trasero en la actualidad)
En el caso de los frenos de disco, si bien tienen varios componentes, las principales son las pastillas, que ejercen presión y provocan fricción, haciendo que el vehículo reduzca la velocidad.
Freno de tambor
En los frenos de tambor, hay unas zapatas que se “abren” al accionar el pedal o el freno de mano, también haciendo que la fricción sea la encargada de detener el vehículo.
Como te imaginarás, en ambos casos, los componentes se desgastan, y los síntomas más frecuentes son los siguientes:
- Ruidos extraños o chillidos al frenar
- Tacto “gomoso” o vibraciones en el pedal de freno
- Mayores distancias de frenado
- Tendencia a “ir hacia un lado” cuando frenás
- Sensibilidad al tacto (el auto frena más fuerte con menor presión)
- Mayor recorrido del freno de mano, entre otros.
¿Cada cuánto hay que cambiar los frenos?
Es importante aclarar de antemano que no hay un “estándar” definido para el período en el que se deben cambiar los componentes de los frenos, ya que dependen del uso que se le dé al vehículo. Lógicamente, si el vehículo se usa mayormente en ruta, al utilizarse menos los frenos, van a durar más que si su uso es mayormente urbano. Además, es importante la forma de manejar de los conductores, ya que las frenadas bruscas e innecesarias, y la falta de uso del freno motor van a hacer que los componentesse desgasten más.
Si detectás alguno de los síntomas mencionados arriba o alguna otra anomalía con los frenos, te recomendamos revisar el sistema o llevar el auto a un mecánico especializado para que se encargue lo antes posible, ya que es peligroso circular con frenos ineficientes.
Pastillas de freno
En el caso de las pastillas de freno, si querés revisarlas por tu cuenta, tenés que medir su espesor: por lo general, las nuevas tienen entre 10 y 15 mm, y hasta los 5 mm se pueden considerar “sanas”, pero lo más recomendable es que las revises y reemplaces periódicamente para no correr riesgos. Por lo general, el resto de los componentes de los frenos se debería reemplazar cada dos cambios de pastillas, pudiendo durar entre 40.000 y 110.000 km, e incluso más.
Es importante aclarar que puede suceder que no sea necesario cambiar los frenos de las cuatro ruedas, ya que los delanteros se suelen desgastar más, no solo porque el motor suele estar ubicado al frente, sino también porque la masa del vehículo se va hacia adelante al frenar.
¿Qué puedo hacer si me quedo sin frenos?
Por último, siempre es importante saber qué hacer en caso de quedarse sin frenos, y nuestras recomendaciones son las siguientes:
- Mantené la calma y el control del vehículo
- Encendé las balizas
- En autos manuales, hacé rebajes para bajar la velocidad con el freno motor
- En autos automáticos, usá el modo secuencial o las levas para bajar cambios
- Buscá vías de escape o pendientes ascendentes, que ayuden a detener el vehículo
- Solo en casos extremos, usá cuidadosamente el freno de mano, levantándolo poco a poco
- En autos con freno de mano eléctrico, accionarlo puede ayudarte a frenar
Esperamos que nuestras recomendaciones te ayuden a saber cuándo se deben revisar o cambiar los frenos, y cómo actuar ante una situación de emergencia. Si querés saber más sobre el funcionamiento y mantenimiento de tu auto, podés leer nuestra sección Tips y Consejos.